Es una escuela
de danza municipal en Suiza, que recibe subvenciones del municipio, por tanto
la escuela tiene un compromiso con la comunidad; y esto hace que el municipio
tenga un nexo con la educación a través del arte y la cultura.
Hablando
de educación, la escuela tiene un contenido educativo basado en el arte de la
danza, considerando la danza como parte de la alta cultura o cultura de élite,
ya que pervive a pesar del tiempo y la historia. Estamos seguros de considerar
la danza presentada en esta escuela como alta cultura, porque presenta la
esencia de un bailarín cuyo arte perdura en la historia y se le siente
presente. Además, la cultura de élite requiere esfuerzo para ser construida y
disfrutada, siempre para acceder a ella se necesita de entendidos que te la
muestren, es decir, necesitas un maestro que te inicie en ella.
El
contenido educativo de esta escuela reside en al arte de la danza y como
metodología cabe destacar la repetición, tras la que siempre hay un esfuerzo,
ya que en todo momento se busca la perfección. El objetivo que se persigue al
transmitir la cultura es hacer descubrir “al otro” la excelencia de algo y para
lograrlo ¿a qué somete “al otro” el educador? En este caso “el otro” es
sometido a la repetición de los ejercicios en la danza.
La danza es una herramienta
educativa que se utiliza para transmitir un legado y se va transmitiendo de generación en generación, además ese legado
a la hora de transmitirlo se va transformando y cambiando, por lo tanto no es
solo una transmisión de un contenido estático, sino que además se va
construyendo ese propio legado. Esto quiere decir que según el sujeto de la
educación vaya recibiendo el legado, lo va transformando, ya que tiene que
hacerlo propio.
Siempre
que hablemos de educación se pueden mencionar los contenidos, la metodología,
el legado que se transmite y todo ello sucede en un contexto, en este caso el
contexto es el municipio de Suiza. El municipio tiene un compromiso con la
cultura y se encarga de dar las subvenciones a la escuela, pero no es solo una
cuestión de dinero, sino la existencia de un pacto entre la comunidad y la
escuela de danza. La ciudad colabora y ayuda en el proyecto y al mismo tiempo
los profesionales de la escuela trabajan para el público, es decir que es un
intercambio reciproco en el que todos cumplen con su responsabilidad en la
construcción conjunta de un proyecto. La comunidad sabe lo que cuesta mantener
un proyecto: esfuerzo, dinero, tiempo… De modo que la comunidad es consciente
del esfuerzo de los profesionales y los profesionales son conscientes de la
ayuda de la comunidad, es decir, que para la construcción de un proyecto común
en un ámbito en el que incluyamos la participación de toda la ciudadanía es
imprescindible la corresponsabilidad tanto por parte de la comunidad como por
parte de la escuela.
La comunidad hace posible la
existencia de la escuela y al mismo tiempo la escuela debe constituirse como un
órgano que pueda responder ante la comunidad, es decir, la escuela es el
conjunto de personas que hacen una sola, trabajando para un mismo fin y
ofreciendo un resultado a la comunidad. “El conjunto de personas que componen
la escuela son el conjunto de moléculas que forman un solo ente: la compañía”.
Todas esas personas que están en la compañía bien es cierto que son un solo
ente, pero además de ese desarrollo grupal, cada uno de los miembros de la
compañía tiene su propio proceso de educación como individuo. Para los
individuos el proceso educativo constituye su desarrollo personal, ya que puede
apropiarse del legado que se les brinda la oportunidad de tomarlo, cada
individuo puede agarrarlo, hacerlo suyo… y eso constituye el desarrollo
personal de cada uno.