lunes, 23 de abril de 2012

El milagro de las orquestas en Venezuela

Tras ver en clase un documental del Sistema de Orquestas en Venezuela, podemos reflexionar acerca de la cultura como elemento de integración social, en este caso el elemento cultural que aparece es la música, que está incluida en un proyecto social.
Este proyecto socio-educativo cuenta ya con 250 centros de música en el país, pero no son solo escuelas de música, además constituye una potente herramienta pedagógica, ya que a través de la música, los participantes en la orquesta, forman una comunidad que comparte el esfuerzo por la construcción y creación de la cultura.
¿Quiénes son lo que llegan a la escuela de música venezolana? Son todos aquellos chicos de reformatorio, reclusos y ex-reclusos, personas con discapacidad, Orinoco (indígenas)… Todas aquellas personas con problemas que irían a cualquier tipo de centro especializado en “su problema”, sin embargo van a la escuela de música a ensayar, a esforzarse… y sobre todo a no hablar, ni recordar constantemente “su problema”. La escuela de música se basa en motivar a los participantes en ella para que descubran su potencial, lo exploten y lo desarrollen. Desde la escuela, los profesionales, no se centran en los problemas que presentan cada una de las personas, sino que los problemas se quedan fuera y a la escuela  se llega a trabajar en un proyecto común.
Tradicionalmente, la transmisión de la cultura se suele hacer ascendentemente, desde lo más bajo hasta el punto más alto (así es como funciona el sistema escolar), en cambio, en la escuela de música de Venezuela se transmite directamente un alto nivel musical, de hecho en la escuela pude haber niños que no sepan aun ni leer, ni escribir y toquen el violín perfectamente. Todo se consigue a través de la disciplina y la repetición, así el resultado es la música, algo que puede mostrarse a un público y transciende de uno mismo. La actividad humana y el esfuerzo desencadenan que el trabajo se proyecte fuera de uno mismo y tenga valor para los demás. 

          

                 

martes, 17 de abril de 2012

GRAN EJEMPLO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA




Al haber asistido al Curso Políticas y Poéticas celebrado el 16 de marzo en la UCLM, en el campus de Talavera de la Reina, podemos permitirnos reflexionar sobre el movimiento 15M, considerándolo una de las muestras de participación ciudadana espontaneas más grandes en toda europa, y en ocasiones, en el mundo entero.
Las plazas han sido ocupadas por ciudadanos, que a partir de demandas individuales han construido un trabajo común y un grupo de pensamiento basado en la escucha entre ciudadanos, sin necesidad inmediata de tener que llegar a un consenso. Todos y cada uno de los ciudadanos dejaron a un lado su identidad, sin aferrarse a ningún tipo de pensamiento o ideología y así sucedió la posibilidad de que todos se escuchasen, tratando de conseguir algo común. Pero no solo se abrieron las personas a la escucha de los demás, sino que también se abrieron las calles, las plazas, los parques... 
Ahora, un grupo de ciudadanos, comparte un nombre "15M", se reúnen en los espacios públicos; hay a quienes les sigue pareciendo curioso/raro que los ciudadanos participen, conversen, acudan a los espacios públicos... ¿Pero para que pueden servir los espacios públicos si no es para que los ciudadanos tengan un punto de reunión y participación?
En numerosas ocasiones se menosprecian los acontecimientos transcurridos alrededor de lo que se conoce como 15M, pero puede considerarse un gran evento en el que se han puesto en duda grandes cuestiones y temas con los que los ciudadanos han crecido, como el concepto "democracia".
Además el 15M puede considerarse un punto de inflexión en la política de este país, porque los ciudadanos de la polis son los que se han puesto en los espacios públicos ha conversar sobre política.